Con la llegada de Donald Trump como presidente de Estados Unidos, se avizoran cambios importantes en la dinámica económica internacional que podrían afectar significativamente a la industria ferretera, eléctrica y de la construcción en México. La nueva administración estadounidense se ha comprometido a reforzar su proteccionismo, lo que podría impactar tanto las exportaciones mexicanas como las estrategias de inversión en el país.
Trump ha señalado que impondrá aranceles elevados a los productos importados desde México, con el objetivo de reducir el déficit comercial de Estados Unidos y fomentar la producción local. Este enfoque podría poner en riesgo las exportaciones mexicanas, especialmente en sectores clave como el automotriz y la fabricación de equipos eléctricos. En particular, las manufacturas en estos sectores que exportan hacia Estados Unidos podrían ver incrementados los costos debido a los aranceles, afectando la competitividad de las empresas mexicanas.
No obstante, una de las estrategias que el presidente electo ha propuesto para contrarrestar la dependencia de China es el impulso al nearshoring, que busca trasladar las fábricas estadounidenses desde Asia a países cercanos como México. Esta estrategia abre una ventana de oportunidades para el sector ferretero y de la construcción, ya que la instalación de nuevas fábricas y centros de manufactura generará una demanda adicional de infraestructura y suministros.
Situación actual de las exportaciones mexicanas
En el tercer trimestre de 2024, según el INEGI, los estados mexicanos con mayor contribución a las exportaciones fueron Chihuahua, Coahuila, Nuevo León, Baja California, Tamaulipas y Guanajuato, representando en conjunto el 61.4% del valor total de las exportaciones del país. Estos estados están alineados con sectores clave para la industria ferretera y eléctrica, como la fabricación de equipo de transporte, equipos eléctricos y de generación de energía.
Durante este trimestre, el subsector de fabricación de equipo de transporte destacó como uno de los más importantes, con una participación del 39.4% en las exportaciones totales. Las entidades que concentraron la mayor parte de estas exportaciones fueron Coahuila, Guanajuato y Nuevo León. Esto refleja la fortaleza de la industria manufacturera en estas regiones, un aspecto crucial que podría beneficiarse aún más con el nearshoring, pues la relocalización de empresas estadounidenses podría generar nuevas oportunidades comerciales para la industria local.
A pesar de los avances en algunos sectores, México ha enfrentado desafíos en términos de relocalización y fortalecimiento de su base industrial en los últimos años. La falta de políticas claras y efectivas para fomentar la inversión y la reactivación del sector industrial ha generado una brecha que puede limitar las oportunidades de crecimiento a largo plazo.
En este contexto, la presidenta Claudia Sheinbaum ha presentado el “Plan México”, una ambiciosa estrategia que busca posicionar al país entre las diez economías más grandes del mundo para 2030. Este plan contempla la atracción de inversiones de hasta 277,000 millones de dólares entre 2025 y 2030, con incentivos fiscales y financiamiento para promover la relocalización de empresas en el país. Además, busca fortalecer la producción nacional y reducir la dependencia de importaciones asiáticas, un enfoque que podría beneficiar directamente al sector ferretero y de la construcción al incrementar la demanda de infraestructura y materiales de construcción.
Perspectivas para la industria de la construcción en 2025
La industria de la construcción en México ha experimentado desaceleración sobre todo en la construcción residencial, y se espera que esta tendencia se revierta en 2025. La construcción de infraestructura, impulsada en parte por proyectos de nearshoring y el “Plan México”, podría aumentar la demanda de materiales de construcción, herramientas y equipos eléctricos, lo que representa una oportunidad importante para las empresas del sector ferretero.
No obstante, la incertidumbre sobre las políticas comerciales de Estados Unidos y la necesidad de una implementación efectiva del “Plan México” podría generar desafíos. Las empresas deberán ser proactivas en la búsqueda de nuevas oportunidades de exportación y en la adaptación a los cambios en la demanda interna y externa.
El panorama para la industria ferretera, eléctrica y de la construcción en México se presenta mixto para 2025. Si bien las políticas proteccionistas de Trump y la estrategia de nearshoring representan riesgos y oportunidades, el país aún debe fortalecer su infraestructura industrial y comercial para aprovechar plenamente las ventajas del nearshoring. El “Plan México” podría ser un catalizador clave para este desarrollo, siempre que se implemente de manera eficaz y con un enfoque en la competitividad y el fortalecimiento de la base industrial del país.
Por: Sergio Iglesias Rodríguez