En un contexto donde la interconectividad es parte integral de nuestras vidas, la ciberseguridad ha dejado de ser una preocupación exclusiva de expertos en tecnología para convertirse en un asunto de interés general. Desde la comodidad del hogar hasta el complejo mundo de las fábricas, la amenaza de ciberataques es una realidad que no discrimina sectores. De hecho, las industrias se han convertido en un blanco prioritario para los ciberdelincuentes, quienes han incrementado sus ataques en un 43% en lo que va del año, según un reciente informe especializado.
El reporte revela un dato alarmante: el 44% de todas las muestras de ransomware y wiper detectadas en la primera mitad del año estuvieron dirigidas contra el sector industrial. Aunque se ha observado una leve desaceleración en los ataques de secuestro de datos, los cibercriminales han optado por una estrategia más focalizada, atacando sectores clave como la energía, salud, manufactura, transporte, logística y automotriz.
El aumento en la frecuencia y sofisticación de estos ataques se explica en parte por la creciente dependencia de las empresas en tecnologías como la Operativa (OT), los Sistemas de Control Industrial (ICS) y los Sistemas de Control de Supervisión y Adquisición de Datos (SCADA). Estos sistemas, diseñados originalmente para controlar y monitorear procesos físicos, ahora juegan un papel crucial en la gestión de infraestructuras críticas como el suministro de agua, electricidad, gas y el transporte de combustibles.
Sin embargo, muchos de estos sistemas no fueron concebidos para un entorno digital interconectado. Gran parte de la infraestructura crítica operativa se basa en sistemas heredados, es decir, tecnología obsoleta que, a pesar de seguir en uso, carece de las protecciones de ciberseguridad presentes en los equipos modernos. La necesidad de conectar estos sistemas a redes comerciales e Internet ha aumentado su exposición a ciberataques.
Las consecuencias de un ciberataque exitoso a estas infraestructuras podrían ser devastadoras, afectando desde el abastecimiento de servicios esenciales como agua y energía, hasta la disponibilidad de productos de consumo diario. Además, la interrupción de servicios de transporte o comunicaciones podría desencadenar protestas sociales, amplificando el impacto de los ataques.
Ante este preocupante escenario, se presentan alternativas tecnológicas para proteger estos sistemas críticos. Infosecurity Mexico 2024, que se llevará a cabo los próximos 22 y 23 de octubre en el Centro Citibanamex de la Ciudad de México, será un foro clave para que los profesionales de la ciberseguridad conozcan las últimas soluciones y mejores prácticas para enfrentar estas amenazas.
En el evento se compartirán estrategias efectivas para prevenir y mitigar los daños causados por ciberataques, subrayando la importancia de incorporar resiliencia operativa en los sistemas industriales para mantener la continuidad de las operaciones aún en caso de que un ataque tenga éxito.
Para más información sobre el evento y cómo participar, se puede visitar la página oficial de Infosecurity Mexico https://www.infosecuritymexico.com/es/visitantes/pases.html