Luego de varias reuniones entre México y EU, el pasado lunes 27 de agosto los presidentes sostuvieron una llamada telefónica, transmitida en medios, donde anunciaron el acuerdo de renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN); así mismo aprovecharon para invitar a Canadá sumarse a dicho pacto. Este acuerdo preliminar no significa un pacto final sobre el tratado.
“Quiero celebrar el entendimiento que ha habido entre los dos países sobre el TLCAN, en este interés que ha habido desde hace varios meses de renovarlo de actualizarlo, y generar un marco que potencie la competitividad de Norteamérica; es nuestro deseo ahora que Canadá pueda incorporarse”, dijo Peña Nieto en la llamada.
El peso y las bolsas en ambas naciones tuvieron avances importantes por el acuerdo preliminar; esto reduce la incertidumbre sobre el futuro próximo de la economía nacional. Los otros temas a tratar serán el mecanismo para la solución de controversias y el asunto de los salarios de los trabajadores mexicanos en la región.
Sin embargo, durante la conversación de los funcionarios de EU y México no se trató el tema del acero y el aluminio, los cuales tienen a las tres naciones en una mini guerra comercial detonada por las tarifas impuestas por Donald Trump. Aún así, los sectores industriales norteamericanos ven con optimismo el acuerdo comercial recién anunciado ya que incentivará el consumo de los metales.
Las tarifas impuestas al acero y al aluminio se ha discutido en paralelo a las negociaciones del TLCAN entre EU y México. La Cámara Nacional de la Industria del Hierro y del Acero fue convocada a Washington para discutir la implementación de cuotas de acero con Estados Unidos para reemplazar las tarifas de 25% a las importaciones del metal.