En el marco del constante avance tecnológico, el término 'ciberseguridad' resuena como una preocupación vital en la mente de la sociedad moderna. Se asocia comúnmente con la protección de activos informáticos en grandes corporativos, empresas de todos los tamaños, instituciones educativas y oficiales, así como en la vida cotidiana de usuarios que interactúan diariamente con dispositivos electrónicos. Esta misión aparentemente simple, proteger a la sociedad de amenazas digitales, oculta en su alcance la magnitud de los daños que los ciberdelincuentes pueden causar, desde intentos de acceso a nuestros teléfonos celulares hasta acciones más sofisticadas como bloquear servicios públicos o vulnerar sistemas críticos.
En este contexto, México se encuentra inmerso en la misma lucha global por la ciberseguridad. Enfrenta el desafío de formular políticas educativas y promover el desarrollo de profesionales especializados en esta materia. Estos expertos son los encargados de mantener en funcionamiento la maquinaria de una sociedad que cada vez más depende de la tecnología. Sin embargo, la creciente ola de amenazas digitales supera en número a los profesionales que pueden detenerlas. De acuerdo con International Information System Security Certification Consortium (ISC2), existe una brecha de talento mundial de 3,4 millones de especialistas en ciberseguridad, una cifra que ilustra la urgente necesidad de formación y capacitación en este campo.
La noción de que cada puesto de tecnología de la información (TI) debe asumir responsabilidades de seguridad, subraya la importancia de la ciberseguridad en la sociedad moderna. En un entorno donde cada trabajador tecnológico debe contribuir a la protección y defensa de aplicaciones, datos, dispositivos e infraestructura, se destaca la trascendencia de una ciudadanía informada y preparada.
La escasez de profesionales en ciberseguridad se refleja en cifras impactantes. Las estimaciones coincidentes de expertos con las de ISC2 indican que la falta de especialistas llenaría poco más de 50 estadios de la NFL. En 2014, el déficit se calculaba en un millón de vacantes, lo que resalta la creciente demanda en este campo.
La ciberseguridad también enfrenta desafíos de género. Las previsiones indican que para 2025, el 30% de los puestos de ciberseguridad a nivel mundial serán ocupados por mujeres, un porcentaje que se espera aumente al 35% para 2031. Aunque en 2022 y 2019 ocuparon el 25% y 20% respectivamente, en 2013 solo representaban el 10% de los especialistas. Además, solo el 17% de las mujeres ocupan el puesto de directora de seguridad de la información.
El ámbito de la ciberseguridad abarca más que la protección de redes corporativas. Incluye salvaguardar el Internet de las Cosas, el Internet Industrial de las Cosas y los Sistemas de Control Industrial, así como una variedad de aplicaciones, desde las médicas y de oficina hasta las automotrices y militares.
En una encuesta a 1,000 profesionales de ciberseguridad de nueve países, citada por el Foro Económico Mundial, el 85% de los encuestados afirmó que la escasez de talento especializado afecta la capacidad de sus organizaciones para proteger sus redes. Asimismo, se descubrió que el costo promedio de una violación de datos en 2022 fue de $4,35 millones de USD. La demanda de talento en ciberseguridad, capaz de reducir infracciones y sus costos, enfrenta una crisis que afecta tanto al sector público como al privado.
Ante este reto, México busca soluciones a través de la educación. Iniciativas promueven la integración de la ciberseguridad en la educación primaria y, a partir de ahí, estimulan el estudio en niveles medios y superiores, ofreciendo incluso becas. Se fomenta que los estudiantes se integren al mundo corporativo durante su etapa académica y que, una vez en el campo laboral, se diseñen estrategias que permitan la actualización y retención de talento.
Es en este contexto que se destaca la relevancia de foros como Infosecurity México, donde se abordan estos temas y se proponen soluciones, compartiendo experiencias y mejores prácticas. La ciberseguridad se convierte así en una prioridad estratégica para un México digitalizado, donde el conocimiento y la colaboración son herramientas esenciales para enfrentar los desafíos que el mundo digital trae consigo.
Por eso, vale la pena participar en foros como Infosecurity Mexico, en donde se presentan este tipo de temas y se proponen soluciones, además de que se comparten experiencias y buenas prácticas. Hay que considerarlo.